miércoles, 16 de julio de 2014

Reseña: «El Bataraz»







“El Bataraz”




Autor: Mauricio Rosencof
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9789974653498
Páginas: 192 (paperback)
Sinopsis: En el fondo del calabozo, la dignidad y la valentía se imponen al quehacer sistemático de la crueldad.
Años 1972-1985: en Uruguay se gesta una historia de la que El Bataraz es parte ineludible. La fuerza del testimonio se un ea la creación literaria en un gesto de compromiso y generosidad.
En la soledad de un calabozo, un rehén de la dictadura uruguaya ¿durante once años, seis meses y algunos días¿sobrevive a la más perversa prisión imaginable apoyado en sus convicciones, arrebujado en sus recuerdos fortalecido por su flaquezas, liberado por el delirio.
¿Cómo es posible, en lo más profundo del horror, la ternura? ¿Cómo es posible el amor en el centro de la abyección? ¿Cómo es posible desde el espanto la sonrisa, desde al angustia la guiñada cómplice y la humorada, desde el delirio la creación liberadora?
Para encontrarse las respuestas cada lector/a deberá confinarse en el infierno. Después, tal vez ya nada sea como antes; tal vez la memoria reclame su lugar en el presente; tal vez la mente y el corazón se fortalezcan en la esperanza.

 
Nunca fui de leer autores de mi país. Con respecto a la poesía sé que Uruguay tiene a muchos fantásticos que me llenan el alma en cada verso. Pero si en materias de novelas se trata, las uruguayas no me llaman mucho la atención, a pesar de esto, a principios de este mes decidí apostar en mi primera novela de un autor uruguayo.
Fui a mis libros y tomé el único que tenía: El Bataraz de Mauricio Rosencof. Este hombre es un escritor y periodista de origen judío, su familia huyó hacia Uruguay debido a los nazis, no obstante, él no pudo escapar de la dictadura uruguaya, durante aproximadamente doce años lo mantuvieron recluido en carácter de rehén, siendo liberado en 1985.
Es lógico, entonces, que esta obra se trate sobre la dictadura. En El Bataraz el protagonista es al mismo tiempo el narrador, un personaje anónimo, que convive con un gallo bataraz con el cual tiene conversaciones. Presenciamos el monólogo del protagonista con pocos personajes que intervienen, el que más lo hace es el gallo, que en general está para llevarle una posición contraria.
Las pinturas que nos expone el autor sobre la dictadura son realmente pintorescas (por decirlo así jugando con las palabras), el cuadro no es más que un gallinero y tal vez un patio donde hace sus necesidades, lo limpian y, como es de suponer, lo maltratan. Sin embargo, ante tal situación de recibir un trato aun peor que el de un gallo sabe sobreponerse con un toque de humor de lo más peculiar, son pinceladas chistosas que nos permiten asimilar mejor el ambiente tan triste que es descripto en casi todo momento. También vemos diálogos sobre ciertos temas peculiares que son descritos sin pudor, tomados como naturales e incluso con los matices cómicos que supo colocar el autor a la novela.
El protagonista trata sobre temas existencialistas, para ser específica, metafísicos que me resultaron realmente atrayentes y me dejaron pensando. Además, se cuenta una historia paralela cuya narración es muy linda e interesante.
Si bien la lectura es un poco pesada me gustó mucho este libro porque me mostró una realidad de mi país que no conocí y no imaginaba. El estilo del autor, bastante distinguido,  me agradó aunque también hay algo, un je ne sais quoi, que me frustró al mismo tiempo, pero no logro descubrirlo todavía.
La verdad es que me sorprendió esta lectura en todos los sentidos posibles. Recomendaría a todos los que quisieran una lectura sobre ese tema —la reclusión en época dictadura— específicamente. De seguro que, si es por leer a un autor uruguayo, lo recomendaría quizás en otra de sus novelas o libro de cuentos.




domingo, 13 de julio de 2014

Reseña: «Ciudades de papel»

 




“Ciudades de papel”

 

Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
ISBN: 9788415594284
Páginas: 366 (paperback)
Sinopsis: Quentin está en su último año de instituto, a punto de graduarse, y tiene un vínculo especial con su vecina Margo, de la que siempre ha estado enamorado. A pesar de que cuando eran niños pasaban muchas horas jugando juntos, desde hace tiempo ella apenas le dirige la palabra. Pero todo cambia la noche en que Margo va a buscarlo a su casa y le pide que la acompañe en un «road trip» algo particular: Margo se ha enterado de que su novio la engaña con su mejor amiga y ha planeado una venganza en toda regla que acometerá antes de la salida del sol.
Quentin acepta convertirse en su cómplice, con la esperanza de que esa noche vuelva a unirlos para siempre... Pero las cosas no resultan como él desea: al día siguiente, Margo ha desaparecido sin decir nada a nadie.
El misterio de su desaparición parece no importar demasiado a los padres de Margo: no es la primera vez que se escapa y ya están hartos de las continuas excentricidades de su hija, pero Quentin pronto se da cuenta de que esta vez todo es distinto: Margo ha dejado una serie de pistas encadenadas y pensadas para que solo él pueda descifrarlas...

John Green. Si pregunto “¿qué lector asiduo no intentó leer nunca uno de sus libros?” seguramente me encontraré con una cifra muy pequeña: este autor ha sido leidísimo en los últimos tiempos.
Reconozco que en mi caso no tengo una buena relación con el escritor; no es personal, pero, siento que cuando lo leo me aburro fácilmente y termino sus libros nada más que por no dejarlo a la mitad, si bien sus finales son bastante digeribles y con un poquito de sabor.
Así me pasó también con esta novela. Si bien me apasionan las metáforas —y John Green las utiliza muchísimo— aún siento que la temática y la prosa del escritor no son adecuadas a mi gusto de algo más complicado, entretenido… esas prosas como telas de araña que son un delicioso enredo.
Ciudades de papel está narrada del punto de vista de Quentin Jacobsen, que está enamorado de Margo Roth Spiegelman, su vecina desde casi siempre. Un episodio marcó sus vidas: el descubrimiento de un muerto en el parque cuando tenían nueve años; a partir de entonces Margo desapareció de su círculo de amistades para volver nueve años después y nuevamente irse, dejando pistas para que él se embarque en una aventura como una carretera sin fin aparente.
Ciudad de papel es una metáfora y un simbolismo, representa a la ciudad donde viven, es frágil y falsa, también sus habitantes. Esto es lo que dice Margo cuando observa Orlando junto a Quentin, cuando, en realidad, es ella quien se siente de esta forma; es por eso que huye a Agloe, una antigua ciudad de papel que se convirtió en ciudad real, y esto es lo que ella quiere en su vida: pasar de ser una “niña de papel” a “niña de verdad”.
Los personajes de la novela son realmente trillados, mas tienen sus cositas interesantes —Margo, especialmente—, aunque pareciera que el escritor se auto-plagia, los protagonistas son demasiado parecidos a los de Buscando a Alaska, y mucho de la trama también lo es.
Como siempre en los textos de John Green, se leen enunciados que denotan un próximo cambio en la vida de los personajes; otra de sus marcas de estilo se podría decir que son la descripción de aromas de manera tan detallista, que hasta podemos imaginarlos, y esas ideas y vueltas en recuerdos y pensamientos de los personajes, que permite sentirnos transportados o parados en el tiempo. Un punto a favor de la narración.
Llama la atención cómo la psicología se ve muy presenta en toda la obra —tanto que los padres de Quentin son psicólogos— y conjuntamente con buenas metáforas forman las reflexiones finales de los personajes principales que acabaron siendo muy lindas, para mí, además de emocionantes.
A pesar de que me gustaron algunos puntos en la novela, otros no fueron tan fuertes, como lo es la narración de Green (en mi consideración, lo más importante en una novela) y la originalidad, cosa que no está muy presente, como podemos ver; es por eso que no puedo darle muchas estrellitas, siento que no las merece.
No es una novela que recomendaría por el gusto que le tuve, pero el juego que se hace y el análisis con el poema de Walt Whitman, «Canto a mí mismo», es atractivo y nos hace reflexionar, así que, tal vez solamente por eso, recomendaría como una lectura de las últimas de una lista, pero, recomendaría, al fin y al cabo.

Esto es una aproximación, el ideal: 2'75.

Partir se siente bien y puro solo cuando dejas algo importante, algo importante para ti. Tirar de la vida de raíz. Pero no puedes hacer eso hasta que tu vida ha echado raíces.

martes, 1 de julio de 2014

Summermathon

http://summermathon.blogspot.com/

Empieza un nuevo mes y en el norte del mundo ya están en verano, por lo que del 1 al 31 de julio, por iniciativa de unas bloggers maravillosas, se organizó la Summermathon. Una maratón de la que debemos de seguir ciertas instrucciones para llegar a la meta que queremos en este mes. 
Yo soy de Uruguay, entonces, ¿por qué me uní a esta maratón? Porque tengo dos semanas de vacaciones de invierno y esta me pareció una buena forma de comenzar a leer mis pendientes. 
Así que preparen su lista y a leer, yo ya tengo la mía:

 


Observación: existen diversas formas de manejarnos en la preparación de la lista, algunos libros tachan varias categorías, pero yo lo preferí así pues creo que tengo tiempo suficiente para hacerlo, pero el objetivo en sí es completar las diez categorías.


¡Besos y disfruten la lectura!

lunes, 30 de junio de 2014

Reseña: «El coronel no tiene quien le escriba»








El coronel no tiene quien le escriba”
 

Autor: Gabriel García Márquez
Editorial: DEBOLS!LLO
ISBN: 9780307350435
Páginas: 104 (paperback)
Resumen: El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su estancia en París, adonde había llegado como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a mediados de los años cincuenta. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza, mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional novela, que luego fue rechazada por varios editores antes de su publicación. Tras el barroquismo faulkneriano de La hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva, y el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se trata también de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda...

 
Aquí les traigo lo que fue la segunda novela escrita por mi autor predilecto: El coronel no tiene quien le escriba.
«El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta que se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata».
Así es como se da comienzo a esta obra; nos presenta al coronel claramente hundido en la miseria. Pero a pesar de eso, podemos ver de este personaje durante el transcurso de la novela, que es perseverante a tal punto de llegar a ser terco.
Quien lo acompaña en este episodio de su vida es su mujer, a mi parecer un personaje espléndido, como todas las mujeres que escribe —o reescribe— Márquez: es una mujer de carácter animoso y llena de vida, incluso cuando se encuentra tan cercana a la muerte.
La historia empieza a ser narrada una manaña del mes de octubre, el coronel está preparándose para un funeral mientras habla de su vestimenta, la muerte de su hijo Asutín, el gallo...
Este último es la última posesión de su hijo, que además les da a esta pareja huérfanos de su hijo una esperanza para sobrevivir a partir de enero, cuando empiezan las riñas; pero, también es un problema, porque pronto ya no hay con qué alimentarlo.
Asimismo, todos los viernes el coronel se dirije al correo, desde hace quince años, esperando el pago de una pensión que hasta ahora no llegó.
Entre esta espera, prácticamente sin fin, y la incertidumbre de cómo hacer para seguir viviendo, se desarrolla la novela, cuyo final alcanza el ápice de la soledad, la desesperación y la miseria para esta pareja que vive en una lucha constante y solitaria:
«La mujer se desesperó.
“Y mientras tanto qué comemos”, preguntó, y agarró al coronel por el cuello de franela. Lo sacudió con energía.
— Dime, qué comemos.
El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible en el momento de responder:
—Mierda.»
Con este ímpetu concluye esta novela. Sin dudas, Márquez supo cómo terminarla de un modo grandioso. Pienso que con él queda demostrado que no se necesita una larga historia para escribir una buena novela, pero eso sí, se necesitan buenos ojos para apreciarla.
En esta vemos presente, como en casi todas las novelas del Gabo, a Macondo, la siesta, los almendros, la soledad... Fundamentalmente la soledad, sentimiento que se nos trasmite a lo largo de la obra, pero aún así los personajes supieron seguir adelante, con esperanza y superando sus obstáculos diarios, ya que, como dijo el coronel y lo que parece ser una citación que resume el remate de la novela: «nunca es demasiado tarde para nada».

Esto es una aproximación, el ideal: 4'5.

domingo, 15 de junio de 2014

Reseña: «Jeune & Jolie»

 





“Joven & Bonita” 
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Título original: "Jeune & Jolie"
País: Francia
Director: François Ozon
Fecha de estreno: 2013
Duración: 93 min.
Sinopsis: Isabelle es una preciosa joven de 17 años, de una familia adinerada, que aparentemente tiene el mundo a sus pies. Pero un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará en una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo de noche. Esta es su historia, a través de cuatro estaciones y cuatro canciones...

La historia de Jeune & Jolie se centra en la vida de una adolescente hermosa, de solamente 17 años de edad, como prostituta.
Todo comienza en el verano. La conocemos a Isabelle mediante los binoculares de su hermano, así la vemos en su mayor esplendor bajo el sol. Tiene un novio alemán, una relación nada seria; con él pierde su virginidad: en esta escena se encuentran en la playa, Isabelle se ve a sí misma como espectadora de aquel acto sexual. Al cabo de un tiempo, esta visión se esfuma, representando el cambio que ocurre en su vida, deja atrás la que era, se desvanece la antigua Isabelle... La música el día de su cumpleaños también acompaña este clima. Marca el final de la primera etapa.
En el otoño, ante el desencantamiento de su primera vez, la protagonista recurre a la prostitución, nos presenta a Léa. El director nos introduce en esta nueva fase con un poema de Rimbaud, «con diecisiete años, no puedes ser formal» afirma. Isabelle no es formal, su forma de vestir así lo denota, pero cuando se convierte en Léa, su vestimenta es formal, ella es formal, tiene veinte años. Vislumbramos, claramente, la doble vida que tiene la protagonista.
Uno de sus clientes reproduce un dicho, pute d’un jour, pute toujours (puta un día, puta para siempre), pero, ¿será así realmente para Isabelle? Suena la música de la estación acompañando escenas de Léa con sus clientes. A continuación muere —un personaje apreciado— Georges Ferrière, mientras tenían relaciones, hecho que marcó el destino de Isabelle. 
El invierno llega y con él los problemas dentro del hogar familiar. La policía, que investiga la muerte de Georges, informa a Sylvie sobre la doble vida que mantiene su hija. En un ataque de furia Isabelle es agredida físicamente por su madre, que en poco tiempo se arrepiente de esto y se disculpa; es una escena destacada por fuertes emociones, sin embargo, no deja mucho tiempo para estas imágenes dolorosas que nos son presentadas. 
La familia está ahora desestabilizada. Isabelle empieza a concurrir a un psicólogo, lo paga con aquel dinero que ganó a través de su prostitución. Es a partir de ese momento que comienza a cambiar, otra vez, aunque una parte de ella todavía es la de la niña provocadora, como lo vemos en la escena con su padrastro. Su madre pronuncia el «me das miedo, Isabelle»...
Isabelle concurre a una fiesta, encuentra a Alex, un chico con el cual se besa. Después de este suceso la vemos bailando, está rodeada de personas, es feliz; la música de la fiesta se detiene para dar paso a la que marcará el final de esta etapa, de la mano de una escena de los (ahora) novios en el Puente de las Artes. Termina la estación.
En la entrada de la primavera, Alex es visto ya como parte de la familia de Isabelle, no obstante, rápidamente deja de serlo: se da la ruptura entre ellos. Es entonces cuando Isabelle decide revisar los mensajes del chip de Léa; agenda un encuentro. Nos intriga saber con quién se verá, y, ante nuestra sorpresa es una mujer, podemos adivinar quien es este personaje: la viuda de Georges.
Alice invita a la joven y bonita protagonista a ir a la habitación #6095, donde ocurre un episodio, tan impactante, que no soy capaz de hablar sobre.
Finalmente, Isabelle dirige una mirada a la distancia. Pronto va a empezar el verano. La música de Françoise Hardy escribe el punto final a la historia.

Una película recomendada, según mi juicio. El juego que hace el director con respecto a las estaciones y los grandes cambios en la vida de la protagonista es digno de aplausos. El elenco logró demostrar perfectamente los sentimientos de los personajes incluso con, la mejor herramienta, la mirada. Experimenté muchas emociones que me golpearon fuerte, como una montaña rusa. El final, abierto, me dejó llena de inquietudes y preguntas, lo que significa que el François Ozon hizo bien su papel como director, ya que dijo en una rueda de prensa:
«No estoy aquí para dar respuestas, sino para plantear preguntas. Lo que me interesa es el misterio. Pretendo que cuando uno salga de la película siga pensando en ella.»

domingo, 8 de junio de 2014

Reseña: «Regular Lovers»








Los amantes regulares
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Título original: "Les amants réguliers"
País: Francia
Director: Philippe Garrel
Fecha de estreno: 2005
Duración: 178 min.
Sinopsis: François, un joven poeta, participa en las revueltas de Mayo del 68, en París. Entre la bruma y la confusión, ve a la bella Lilie, a la que conocerá, un año después, en una fiesta en casa de un amigo. Entre ellos nacerá un amor intenso y tierno que hará revivir la ilusión tras el desencanto de la revolución perdida. El sexo, la poesía, el opio, la pintura y la escultura, serán los nuevos territorios frecuentados por el grupo de jóvenes revolucionarios que verán cómo el mundo que habían querido construir se irá desmoronando poco a poco.

Con esta, acabo de confirmar mi favoritismo por películas francesas: todas tienen un  je ne sais quoi que me fascina, me atrapa y me mantiene prisionera por días, ancladas en el pensamiento.
Regular lovers está ambientada en el París de los años 68 y 69, con una recreación, podría decirse, perfecta. El estilo cinematográfico, tan bien logrado —en blanco y negro, el ruido, filmación, montaje y audio—, nos produce la sensación de ser espectadores de una película de la época
Se destaca en esta película algo que vez algunos critiquen, y esto es, la lentitud con la que se desarrollan algunas escenas, pero son estas las que le dan ese aspecto tan francés de que la película se parezca mucho a la realidad, resaltando, no tanto las palabras, sino las expresiones transmitidas por los actores.
En el transcurso del film podemos conocer los cambios de intereses del personaje principal, François.  Su interés, junto con su vida, va cambiando paulatinamente: de manifestaciones nada pacíficas se dirige, de a poco, al sueño profundo en el que se sumerge en el final, cuando ya nada le importa. Este recurso, utilizado por Garrel, es de lo más interesante por su simbolismo, refleja el carácter del típico fracasado poeta cuyos sueños no logra ver realizados.
Todos los personajes me parecieron espectaculares, son jóvenes, artistas, impulsivos, perseverantes y, lo más importante, soñadores. Siempre están persiguiendo un objetivo. Y así la película se encamina hasta el final: cuando ya logran sus objetivos como ocurre con Lilie en su ida a Estados Unidoso cuando ya no tienen un motivo por el cual seguir —como ocurre con François—.

«Ahora mismo no me importa la poesía. Tú eres todo lo que importa».

jueves, 5 de junio de 2014


¡Bienvenidos!


Bien, este es mi primer blog.  Para serles sincera (no sé cómo voy a trabajar con esto), me siento indagando en un espacio que no es el mío, por lo tanto, estoy algo incómoda e insegura. 
Hace mucho tiempo tengo ganas de escribir, dejar volar mi imaginación, liberar pensamientos... en fin: escribir por el simple placer de juntar palabras y parecerme más a mis libros. Por eso comencé un diario —inspirada por «Drácula» de Bram Stoker y se me ocurrió empezar con un blog. 
No estoy segura de lo qué publicaré aquí, ciertamente, reseñas de libros y curiosidades; sin embargo, quizás me pueda soltar un poquito para compartir textos de mi autoría. No pretendo que este sea un blog y nada más, pretendo que sea un espacio en el cual compartir lo que me fascina: la literatura, e incluso, quiero aprovechar la oportunidad de este emprendimiento y conocer nuevas personas (no soy muy sociable).
Espero que les pueda gustar mi espacio y trataré de escribir lo más pronto posible. Adiós cuervitos. ♡