“El Bataraz”
Autor: Mauricio Rosencof
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9789974653498
Páginas: 192 (paperback)
Sinopsis: En el fondo del calabozo, la dignidad y la valentía se imponen al quehacer sistemático de la crueldad.
Años 1972-1985: en Uruguay se gesta una historia de la que El Bataraz es parte ineludible. La fuerza del testimonio se un ea la creación literaria en un gesto de compromiso y generosidad.
En la soledad de un calabozo, un rehén de la dictadura uruguaya
¿durante once años, seis meses y algunos días¿sobrevive a la más
perversa prisión imaginable apoyado en sus convicciones, arrebujado en
sus recuerdos fortalecido por su flaquezas, liberado por el delirio.
¿Cómo es posible, en lo más profundo del horror, la ternura? ¿Cómo es
posible el amor en el centro de la abyección? ¿Cómo es posible desde el
espanto la sonrisa, desde al angustia la guiñada cómplice y la
humorada, desde el delirio la creación liberadora?
Para encontrarse las respuestas cada lector/a deberá confinarse en el
infierno. Después, tal vez ya nada sea como antes; tal vez la memoria
reclame su lugar en el presente; tal vez la mente y el corazón se
fortalezcan en la esperanza.
Nunca fui de leer autores de mi país. Con respecto a la poesía sé que
Uruguay tiene a muchos fantásticos que me llenan el alma en cada verso. Pero si
en materias de novelas se trata, las uruguayas no me llaman mucho la atención,
a pesar de esto, a principios de este mes decidí apostar en mi primera novela
de un autor uruguayo.
Fui a mis libros y tomé el único que tenía: El Bataraz de Mauricio
Rosencof. Este hombre es un escritor y periodista de origen judío, su familia
huyó hacia Uruguay debido a los nazis, no obstante, él no pudo escapar de la
dictadura uruguaya, durante aproximadamente doce años lo mantuvieron recluido
en carácter de rehén, siendo liberado en 1985.
Es lógico, entonces, que esta obra se trate sobre la dictadura. En El
Bataraz el protagonista es al mismo tiempo el narrador, un personaje anónimo,
que convive con un gallo bataraz con el cual tiene conversaciones. Presenciamos
el monólogo del protagonista con pocos personajes que intervienen, el que más
lo hace es el gallo, que en general está para llevarle una posición contraria.
Las pinturas que nos expone el autor sobre la dictadura son realmente pintorescas
(por decirlo así jugando con las palabras), el cuadro no es más que un gallinero y tal vez un patio donde hace
sus necesidades, lo limpian y, como es de suponer, lo maltratan. Sin embargo,
ante tal situación de recibir un trato aun peor que el de un gallo sabe
sobreponerse con un toque de humor de lo más peculiar, son pinceladas chistosas
que nos permiten asimilar mejor el ambiente tan triste que es descripto en casi
todo momento. También vemos diálogos sobre ciertos temas peculiares que son
descritos sin pudor, tomados como naturales e incluso con los matices cómicos
que supo colocar el autor a la novela.
El protagonista trata sobre temas existencialistas, para ser específica,
metafísicos que me resultaron realmente atrayentes y me dejaron pensando.
Además, se cuenta una historia paralela cuya narración es muy linda e
interesante.
Si bien la lectura es un poco pesada me gustó mucho este libro porque me
mostró una realidad de mi país que no conocí y no imaginaba. El estilo del autor,
bastante distinguido, me agradó aunque
también hay algo, un je ne sais quoi,
que me frustró al mismo tiempo, pero no logro descubrirlo todavía.
La verdad es que me sorprendió esta lectura en todos los sentidos posibles.
Recomendaría a todos los que quisieran una lectura sobre ese tema —la reclusión
en época dictadura— específicamente. De seguro que, si es por leer a un autor
uruguayo, lo recomendaría quizás en otra de sus novelas o libro de cuentos.