domingo, 13 de julio de 2014

Reseña: «Ciudades de papel»

 




“Ciudades de papel”

 

Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
ISBN: 9788415594284
Páginas: 366 (paperback)
Sinopsis: Quentin está en su último año de instituto, a punto de graduarse, y tiene un vínculo especial con su vecina Margo, de la que siempre ha estado enamorado. A pesar de que cuando eran niños pasaban muchas horas jugando juntos, desde hace tiempo ella apenas le dirige la palabra. Pero todo cambia la noche en que Margo va a buscarlo a su casa y le pide que la acompañe en un «road trip» algo particular: Margo se ha enterado de que su novio la engaña con su mejor amiga y ha planeado una venganza en toda regla que acometerá antes de la salida del sol.
Quentin acepta convertirse en su cómplice, con la esperanza de que esa noche vuelva a unirlos para siempre... Pero las cosas no resultan como él desea: al día siguiente, Margo ha desaparecido sin decir nada a nadie.
El misterio de su desaparición parece no importar demasiado a los padres de Margo: no es la primera vez que se escapa y ya están hartos de las continuas excentricidades de su hija, pero Quentin pronto se da cuenta de que esta vez todo es distinto: Margo ha dejado una serie de pistas encadenadas y pensadas para que solo él pueda descifrarlas...

John Green. Si pregunto “¿qué lector asiduo no intentó leer nunca uno de sus libros?” seguramente me encontraré con una cifra muy pequeña: este autor ha sido leidísimo en los últimos tiempos.
Reconozco que en mi caso no tengo una buena relación con el escritor; no es personal, pero, siento que cuando lo leo me aburro fácilmente y termino sus libros nada más que por no dejarlo a la mitad, si bien sus finales son bastante digeribles y con un poquito de sabor.
Así me pasó también con esta novela. Si bien me apasionan las metáforas —y John Green las utiliza muchísimo— aún siento que la temática y la prosa del escritor no son adecuadas a mi gusto de algo más complicado, entretenido… esas prosas como telas de araña que son un delicioso enredo.
Ciudades de papel está narrada del punto de vista de Quentin Jacobsen, que está enamorado de Margo Roth Spiegelman, su vecina desde casi siempre. Un episodio marcó sus vidas: el descubrimiento de un muerto en el parque cuando tenían nueve años; a partir de entonces Margo desapareció de su círculo de amistades para volver nueve años después y nuevamente irse, dejando pistas para que él se embarque en una aventura como una carretera sin fin aparente.
Ciudad de papel es una metáfora y un simbolismo, representa a la ciudad donde viven, es frágil y falsa, también sus habitantes. Esto es lo que dice Margo cuando observa Orlando junto a Quentin, cuando, en realidad, es ella quien se siente de esta forma; es por eso que huye a Agloe, una antigua ciudad de papel que se convirtió en ciudad real, y esto es lo que ella quiere en su vida: pasar de ser una “niña de papel” a “niña de verdad”.
Los personajes de la novela son realmente trillados, mas tienen sus cositas interesantes —Margo, especialmente—, aunque pareciera que el escritor se auto-plagia, los protagonistas son demasiado parecidos a los de Buscando a Alaska, y mucho de la trama también lo es.
Como siempre en los textos de John Green, se leen enunciados que denotan un próximo cambio en la vida de los personajes; otra de sus marcas de estilo se podría decir que son la descripción de aromas de manera tan detallista, que hasta podemos imaginarlos, y esas ideas y vueltas en recuerdos y pensamientos de los personajes, que permite sentirnos transportados o parados en el tiempo. Un punto a favor de la narración.
Llama la atención cómo la psicología se ve muy presenta en toda la obra —tanto que los padres de Quentin son psicólogos— y conjuntamente con buenas metáforas forman las reflexiones finales de los personajes principales que acabaron siendo muy lindas, para mí, además de emocionantes.
A pesar de que me gustaron algunos puntos en la novela, otros no fueron tan fuertes, como lo es la narración de Green (en mi consideración, lo más importante en una novela) y la originalidad, cosa que no está muy presente, como podemos ver; es por eso que no puedo darle muchas estrellitas, siento que no las merece.
No es una novela que recomendaría por el gusto que le tuve, pero el juego que se hace y el análisis con el poema de Walt Whitman, «Canto a mí mismo», es atractivo y nos hace reflexionar, así que, tal vez solamente por eso, recomendaría como una lectura de las últimas de una lista, pero, recomendaría, al fin y al cabo.

Esto es una aproximación, el ideal: 2'75.

Partir se siente bien y puro solo cuando dejas algo importante, algo importante para ti. Tirar de la vida de raíz. Pero no puedes hacer eso hasta que tu vida ha echado raíces.

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