domingo, 15 de junio de 2014

Reseña: «Jeune & Jolie»

 





“Joven & Bonita” 
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Título original: "Jeune & Jolie"
País: Francia
Director: François Ozon
Fecha de estreno: 2013
Duración: 93 min.
Sinopsis: Isabelle es una preciosa joven de 17 años, de una familia adinerada, que aparentemente tiene el mundo a sus pies. Pero un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará en una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo de noche. Esta es su historia, a través de cuatro estaciones y cuatro canciones...

La historia de Jeune & Jolie se centra en la vida de una adolescente hermosa, de solamente 17 años de edad, como prostituta.
Todo comienza en el verano. La conocemos a Isabelle mediante los binoculares de su hermano, así la vemos en su mayor esplendor bajo el sol. Tiene un novio alemán, una relación nada seria; con él pierde su virginidad: en esta escena se encuentran en la playa, Isabelle se ve a sí misma como espectadora de aquel acto sexual. Al cabo de un tiempo, esta visión se esfuma, representando el cambio que ocurre en su vida, deja atrás la que era, se desvanece la antigua Isabelle... La música el día de su cumpleaños también acompaña este clima. Marca el final de la primera etapa.
En el otoño, ante el desencantamiento de su primera vez, la protagonista recurre a la prostitución, nos presenta a Léa. El director nos introduce en esta nueva fase con un poema de Rimbaud, «con diecisiete años, no puedes ser formal» afirma. Isabelle no es formal, su forma de vestir así lo denota, pero cuando se convierte en Léa, su vestimenta es formal, ella es formal, tiene veinte años. Vislumbramos, claramente, la doble vida que tiene la protagonista.
Uno de sus clientes reproduce un dicho, pute d’un jour, pute toujours (puta un día, puta para siempre), pero, ¿será así realmente para Isabelle? Suena la música de la estación acompañando escenas de Léa con sus clientes. A continuación muere —un personaje apreciado— Georges Ferrière, mientras tenían relaciones, hecho que marcó el destino de Isabelle. 
El invierno llega y con él los problemas dentro del hogar familiar. La policía, que investiga la muerte de Georges, informa a Sylvie sobre la doble vida que mantiene su hija. En un ataque de furia Isabelle es agredida físicamente por su madre, que en poco tiempo se arrepiente de esto y se disculpa; es una escena destacada por fuertes emociones, sin embargo, no deja mucho tiempo para estas imágenes dolorosas que nos son presentadas. 
La familia está ahora desestabilizada. Isabelle empieza a concurrir a un psicólogo, lo paga con aquel dinero que ganó a través de su prostitución. Es a partir de ese momento que comienza a cambiar, otra vez, aunque una parte de ella todavía es la de la niña provocadora, como lo vemos en la escena con su padrastro. Su madre pronuncia el «me das miedo, Isabelle»...
Isabelle concurre a una fiesta, encuentra a Alex, un chico con el cual se besa. Después de este suceso la vemos bailando, está rodeada de personas, es feliz; la música de la fiesta se detiene para dar paso a la que marcará el final de esta etapa, de la mano de una escena de los (ahora) novios en el Puente de las Artes. Termina la estación.
En la entrada de la primavera, Alex es visto ya como parte de la familia de Isabelle, no obstante, rápidamente deja de serlo: se da la ruptura entre ellos. Es entonces cuando Isabelle decide revisar los mensajes del chip de Léa; agenda un encuentro. Nos intriga saber con quién se verá, y, ante nuestra sorpresa es una mujer, podemos adivinar quien es este personaje: la viuda de Georges.
Alice invita a la joven y bonita protagonista a ir a la habitación #6095, donde ocurre un episodio, tan impactante, que no soy capaz de hablar sobre.
Finalmente, Isabelle dirige una mirada a la distancia. Pronto va a empezar el verano. La música de Françoise Hardy escribe el punto final a la historia.

Una película recomendada, según mi juicio. El juego que hace el director con respecto a las estaciones y los grandes cambios en la vida de la protagonista es digno de aplausos. El elenco logró demostrar perfectamente los sentimientos de los personajes incluso con, la mejor herramienta, la mirada. Experimenté muchas emociones que me golpearon fuerte, como una montaña rusa. El final, abierto, me dejó llena de inquietudes y preguntas, lo que significa que el François Ozon hizo bien su papel como director, ya que dijo en una rueda de prensa:
«No estoy aquí para dar respuestas, sino para plantear preguntas. Lo que me interesa es el misterio. Pretendo que cuando uno salga de la película siga pensando en ella.»

3 comentarios:

  1. Hola! El género ciertamente no es de mis favoritos, aunque la reseña es muy positiva y le daría una oportunidad. Sólo que me recuerda a una historia que leí sobre una prostituta como protagonista, y no olvidaré jamás que fue uno de los peores libros que he leído; quizás este sea diferente. No estoy juzgando nada, muchas gracias por la reseña.
    Un besote.

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  2. Pd. Pensé que te seguía, me encanta tu blog. Los colores del diseño son muy armoniosos :)
    Te sigo desde ahora y gracias por pasar por mi blog.
    Nos leemos.

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    1. Gracias por tus comentarios, me deja muy contenta de verdad, ya que apenas estoy comenzando y no soy muy buena. ¡Muchísimas gracias!
      Sobre la película, puedo decirte que tampoco es de mis géneros, pero me llamó mucho la atención principalmente por la simbología que hay en ella y el juego con las estaciones que hace el director, además de que me gustan los finales abruptos.
      Si la llegas a mirar, me gustaría saber tu opinión.
      Muchos besos; nos estamos leyendo, adiós :).

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